Con cierta frecuencia, escucho a la Ministra de Defensa llamarnos “compañeros” a los miembros de las Fuerzas Armadas.
Señora Ministra: la virtud del compañerismo en los Ejércitos posee un cimiento espiritual, marcado de modo indeleble en nuestros espíritus en una emotiva ceremonia, celebrada al inicio de nuestro servicio a la Patria. Me refiero al acto del Juramento ante la Bandera de España, que incluso nos obliga a los que lo hemos prestado a ofrecer nuestras vidas en defensa de las de nuestros compañeros y conciudadanos. A partir de ese momento, los lazos de unión entre los que abrazamos la Carrera de las Armas pasan a tener una fuerte componente espiritual, sin que por ello pretendamos arrogarnos la exclusiva posesión de esta virtud, el compañerismo, que evidentemente también se da en otros colectivos ciudadanos.
Cada vez que la oigo usar el citado calificativo, me pregunto si usted ya ha besado los pliegues de nuestra Bandera como refrendo de su Juramento, o Promesa, lo mismo que hemos hecho todos los militares. Como supongo que la respuesta es negativa, hasta tanto no se produzca ese solemne compromiso, le ruego señora Ministra que no nos llame “compañeros”.
Alfredo Ezquerro Solana
Ex Comandante Militar de Zaragoza
3 comentarios:
Tiene razón este ex comandante. Ya está bien de obligar a los militares a tragar y a hacer el ridículo..
Si hacen el ridículo es porque quieren. Ellos mismos se atrincheraron hace años y se condenaron a aceptar lo que viniera. Y lo que ha llegado es "esto".
¡Genial!
Publicar un comentario