sábado, 1 de agosto de 2009

¡Viva la Guardia Civil!


Hace cincuenta años comenzaron los terribles atentados de ETA. La banda, cobarde como siempre, ha logrado sobrevivir. Antes de la transición, respiramos esperanza. Ahora, con la debilidad de nuestro sistema político, sólo tenemos razones para ser pesimistas.

Hace poco, los obispos nacionalistas pidieron perdón por el silencio de la Iglesia ante el fusilamiento de 14 religiosos que durante la Guerra Civil. Estos religiosos fueron condenados por sus actos políticos a favor del bando enemigo de la Iglesia. No murieron mártires. Sin embargo, los obispos se sintieron en la obligación de pedir perdón.

Los agentes de la Guardia Civil asesinados hace dos días, murieron mientras realizaban su trabajo, proteger la vida de sus semejantes. Esperemos que los políticos vascos, los obispos vascos, los ciudadanos vascos, sepan valorar la labor de estos hombres, cuyas familias también estuvieron en peligro el día anterior en Burgos, y sean solidarios con las víctimas, no sólo de boquilla, sino actuando con contundencia. Lo menos que espero de los obispos nacionalistas, es que pidan perdón por el silencio de la Iglesia vasca durante tantos años.

¡Viva la Guardia Civil!

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